17/11/08






























Yo he sido manso primero,
Y seré gaucho matrero -
En mi triste circustancia,
Aunque es mi mal tan projundo,
Nací y me he criao en estancia,
Pero ya conozco el mundo.

Ya le conozco sus mañas,
Le conozco sus cucañas;
Sé cómo hacen la partida,
La enriedan y la manejan -
Desaceré la madeja
Aunque me cueste la vida.

Y aguante el que no se anime
A meterse en tanto engorro,
O sino aprétese el gorro
O para otra tierra emigre -
Pero yo ando como el tigre
Que le roban los cachorros.

El gaucho Martín Fierro

31/10/08

La vida profesional



Los banqueros de la gran banquería del mundo, que practican el terrorismo del dinero, pueden más que los reyes y los mariscales y más que el propio Papa de Roma. Ellos jamás se ensucian las manos. No matan a nadie: se limitan a aplaudir el espectáculo.
Sus funcionarios, los tecnócratas internacionales, mandan en nuestros países: ellos no son presidentes, ni ministros, ni han sido votados en ninguna elección, pero deciden el nivel de los salarios y del gasto público, las inversiones y las desinversiones, los precios, los impuestos, los intereses, los subsidios, la hora de salida del sol y la frecuencia de las lluvias.
No se ocupan, en cambio, de las cárceles, ni de las cámaras de tormento, ni de los campos de concentración, ni de los centros de exterminio, aunque en esos lugares ocurren las inevitables consecuencias de sus actos.
Los tecnócratas reivindican el privielgio de la irresponsabilidad:
-Somos neutrales- dicen.

de Eduardo Galeano, "El Libro De Los Abrazos"

23/10/08


Notorio que el blog se encuentra resucitado luego de 1 año de soez abandono. Hora de empezar a darle bola, y quizás largar esa gilada del Feisbuc.

Fragmento de "La Cautiva" de Esteban Echeverría:

El festín

Noche es el vasto horizonte,
noche el aire, cielo y tierra.
Parece haber apiñado
el genio de las tinieblas,
para algún misterio inmundo,
sobre la llanura inmensa,
la lobreguez del abismo
donde inalterable reina.

Sólo inquietos divagando,
por entre las sombras negras,
los espíritus foletos
con viva luz reverberan,
se disipan, reaparecen,
vienen, van, brillan, se alejan,
mientras el insecto chilla,
y en fachinales o cuevas
los nocturnos animales
con triste aullido se quejan.

La tribu aleve, entretanto,
allá en la pampa desierta,
donde el cristiano atrevido
jamás estampa la huella,
ha reprimido del bruto
la estrepitosa carrera;
y campo tiene fecundo
al pie de una loma extensa,
lugar hermoso, do a veces
sus tolderías asienta.

Feliz la maloca ha sido;
rica y de estima la presa
que arrebató a los cristianos:
caballos, potros y yeguas,
bienes que en su vida errante
ella más que el oro precia;
muchedumbre de cautivas,
todas jóvenes y bellas.